Laguna Huaysaco

Donde aún no ha tocado el humano

Llegamos muy temprano a Matara, eran como las ocho de la mañana y la neblina aún no la dejaba. Teníamos las manos y la nariz frías porque el sol aún no daba tregua de calentar el lugar y empezamos. 
Nuestros mejores aliados en las salidas son los pobladores de cada lugar, gracias a ellos llegamos guiados y seguros a donde nos proponemos, la gente de Matara es muy linda, muy despierta, muy atenta, muy amable...

La Laguna Huaysaco se ubica a unos 20 o 25 minutos a pie, tomando el desvío a la izquierda que va al Cementerio General de Matara, luego a la derecha y se sigue de frente, al ver una subida empinada sabremos que estamos en la dirección correcta. El camino en todo ese transcurso fue muy bonito, aunque el tiempo en el que fuimos estuvieron dando mantenimiento a la pista, el camino es totalmente accesible. 

La tercera foto de la primera publicación en nuestras redes, fue cuando ya habíamos pasado la subida empinada y nos encontramos con un letrero que nos guiaba hacia la misma Laguna. Ingresamos a un bosque colmado de eucaliptos, era altos, frondosos y de un color verde mezclado con granate, como suelen ser. Quería tocarlos todos, correr entre ellos y acampar con la quietud del lugar.

Avanzamos capturando los espacios con la mente y el corazón y donde creíamos que se acababa la belleza incomparable del bosque, se abrió otra inmensa de la vista a la Laguna, ¡waooo!
Que linda y apacible es la vida natural, siempre digna de admirar y amar. 
Vimos mucho verde (amor sin fronteras), el agua bordeando delicadamente las orillas, animales pasteando tranquilamente a lo lejos y casitas contadas que, apuesto, gozan a diario de la belleza del lugar. 
Le propuse a Elv pasar el día y almorzar ahí, realmente me sentí tentada, pero me sonrío y entendí que debíamos avanzar para ir a Ciruc, por supuesto eso tampoco quería perdérmelo. Desayunamos al borde de la Laguna un yogurt con granola, producidos y gracias a Milsky y nos dispusimos a disfrutar del lugar. 
Caminamos detenidamente por los alrededores y vimos renacuajos, llamados popularmente curcules, estos animalitos están en una fase temprana y media de su desarrollo; el que ellos estén ahí, define a la Laguna Huaysaco como un espacio virgen, pues ellos se retiran apenas perciben la presencia de pesticidas o cualquier otro contaminante perjudicial para su ciclo de vida.


Exploramos más por todo el borde de la Laguna y encontramos ovejitas comiendo con mucha paz, al no haber mucho tráfico de gente es muy lindo ver a los animalitos tranquilos. Por ello, es muy importante y compartimos con ustedes siempre, ir con mucha responsabilidad a cada lugar, respetar cada ecosistema, admirarlos pero no contaminarlos, evitar tocar a estos animalitos o meter las manos agua, es mejor tenerlos como compañía que como objeto de diversión.
Nos sentimos muy tranquilos al ver tanta tranquilidad, el sonido de muchas aves se escuchaba de fondo y contrastaba perfecto con cada espacio. Lo ideal que puede realizarse allí es un paseo o un campamento entre amigos o familia, siempre con la responsabilidad, limpieza y respeto que ustedes ya conocen. 
Nos dispusimos a retornar hasta Matara para tomar un camino opuesto e ir a las famosas Torres de Ciruc, aunque en este tiempo de lluvia puede ser complicado, ¡espera a leer nuestra aventura!

DATOS GENERALES
Ubicación: Laguna Huaysaco, Matara, Cajamarca, Perú
Clima: frío y húmedo
Altitud: 2.819  m.s.n.m.
Temp. media anual: 12 ºC
Temp. máxima media: 20 ºC
Temp. mínima media: 7 ºC
Deporte: caminata, ciclismo, campamento.
Época de visita: 
Enero a abril, temperatura promedio.
Mayo a septiembre, temporada de heladas
octubre a diciembre, temporada promedio.



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